martes, 3 de febrero de 2009

Otra interesante entrevista a Richard Stallman

Entrevista realizada por Leo Ruffini, ingeniero industrial y periodista en agosto de 2008


Empecemos por la base. ¿Cómo se define el free software o software libre?


Dígalo mejor en castellano, que no deja lugar a ambigüedades. «Free» puede entenderse como gratuito, cuando de lo que se trata es de un asunto de libertad. Software libre es aquel en que los usuarios son libres para ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Esto se concreta en cuatro libertades esenciales: pueden usarlo para cualquier propósito; pueden acceder a su código fuente para estudiar su funcionamiento y adaptarlo a sus necesidades; pueden distribuir libremente copias, y pueden mejorarlo y hacer públicas las mejoras para que todos se beneficien de ellas. Es una pena que use usted un Apple… Contiene software privativo que es tan perjudicial como el de Microsoft.


¿Por qué debería preocuparme?


Porque le hace dependiente de Apple, que tiene poder total sobre usted y puede modificar sus programas en cualquier momento en que esté conectado a la red. Además, incluye funciones que limitan su libertad, y eso es injusto. Debemos tomar el control de nuestros ordenadores, y la única manera de conseguirlo es mediante el software libre, que respeta la libertad.


Entiendo.


Un programa privativo mantiene a sus usuarios en un estado de división e impotencia. División porque no pueden compartirlo con los demás. E impotencia porque no tienen el código fuente y no pueden cambiar el programa, sólo aceptarlo como tal, como su desarrollador quiere. Ni siquiera pueden averiguar qué les está haciendo y eso es peligroso, porque muchos de ellos contienen funciones malignas para espiar, restringir e incluso atacar al usuario.


¿Ha dicho atacar?


Sí. Su sistema operativo deja una puerta trasera abierta a Apple para que haga en él lo que quiera sin que usted pueda defenderse. Y Apple ya ha demostrado su inclinación a atacar a sus usuarios cuando hacen cosas que no le gustan. Confiar en ellos es una tontería, tanto como hacerlo en Microsoft.


¿No cree que muchos elegimos software privativo porque es una opción más rápida para empezar a trabajar?


Sí. ¡Y son tontos! ¡No aprecian su libertad! El usuario que renuncia a su libertad pagará a largo plazo un precio elevado por ello porque Apple podrá dictarle lo que puede y no puede hacer. Usted enuncia un «la vida es así» y le parece natural que estemos sometidos al control de una empresa sin valorar el coste que le supone. Y, si se da cuenta de estas restricciones, no las reconoce como consecuencia de su mala elección de usar software privativo, pero lo son. ¡Y ahora el ministro de Cultura español ayuda a la industria a someter a los ciudadanos!


¿Cómo?


Prohibiendo y eliminando el intercambio libre en la red y apoyando el canon, que debería ser eliminado porque es injusto.


¿Propone usted alguna alternativa?


Reemplazarlo por un impuesto estatal. El dinero recogido debería distribuirse directamente entre los músicos en función de su éxito, aunque no en una proporción lineal a él sino siguiendo una función como la de la raíz cúbica. No tiene que ser justamente esta función, de lo que se trata es de que, si un artista tiene mil veces más éxito que otro, sus ingresos no sean mil veces mayores sino diez veces mayores.


¿Qué ganaríamos con esta fórmula?


El dinero llegaría a muchos músicos; promoveríamos más eficientemente el arte, que es la única meta válida del derecho de autor, y eliminaríamos la SGAE y cesaríamos de apoyar a las empresas que atacan constantemente nuestra libertad. Todos los que están en contra de los intercambios con programas P2P atacan a la sociedad en su base, que es el espíritu de ayudar a tu prójimo, de compartir. Se han hecho enemigos de la sociedad porque sirven a las empresas: ellas son su emperador.


Entonces, ¿los libros y la música deberían ser también libres?


Deberían serlo las obras que tienen un uso práctico para la vida, como el software, las recetas de cocina, las obras de educación o de referencia y las fuentes de caracteres para el texto. Las obras de arte no están creadas con ese sentido práctico, sino para ser admiradas, por lo que no creo que deban ser libres. Sin embargo, todos deberíamos gozar del derecho de compartir no comercialmente copias exactas de cualquier obra publicada.


Volvamos al software libre. Pongamos que quiero deshacerme de todos los programas privativos que hay en mi ordenador.


¡Es posible! Bórrelo e instale un sistema operativo GNU/Linux.


Pero yo soy un usuario normal, no un experto.


Eso no tiene nada que ver. Me está usted poniendo una objeción sólo para dar vueltas al asunto.


No, yo sólo…


¡No es una cuestión real! Un principiante no tiene por qué instalar el sistema por sí mismo. ¿Por qué seguir el camino difícil? Mejor seguir el fácil, que es acudir a la fiesta de instalación de un grupo de usuarios, donde habrá expertos dispuestos a ayudarle. Ni siquiera yo me instalo GNU/Linux por mi cuenta, porque no es el aspecto que más me interesa. Cuando lo necesito, pido a alguien que me ayude. Como ve, usted sólo tendría que aprender a usarlo, que es mucho más fácil. Y ni siquiera necesita instalarlo para dar los primeros pasos.


¿No?


Empiece iniciando la computadora desde un CD-ROM que contenga el sistema operativo libre. Si más tarde quiere volver a su sistema privativo de siempre, saque el disco e inicie el ordenador como de costumbre. Puede hacer esto tantas veces como quiera. Y en el momento en que se haya familiarizado con el sistema y no le suponga mucho tiempo ni mucha molestia, acuda a una fiesta de instalación.


Imagine que un grupo de programadores tiene una idea maravillosa. ¿Por qué deberían…?


Espere. ¿En qué sentido maravillosa? Implementarla en un programa ético sería bueno. Pero hacerlo bajo un sistema social injusto es malo, por muy maravillosa que sea esa idea. Tendrán que hacer una elección moral. Si escogen el camino del mal y lo hacen privativo, las funciones útiles del programa servirán de cebo para atraer a los usuarios a la trampa de perder su libertad. Si escogen el camino del bien, lo implementarán como software libre respetando la libertad de los demás y ofreciendo algo ético y bueno a la sociedad. Puede que les lleve más tiempo desarrollarlo, pero es mejor hacer un poco de algo bueno que mucho de algo malo. Y si no es posible desarrollar un software como libre, mejor no hacerlo.


Usted empezó a trabajar en GNU en 1983. Dos años después Microsoft lanzaba Windows. ¿Por qué hoy prevalece el sistema operativo de Bill Gates, si encima hay que pagar por él?


Dos razones. La primera es que, como le decía antes, muchos no aprecian su libertad y la ceden sin darse cuenta de lo que están perdiendo. La otra razón es la inercia social: muchas instituciones siguen moviéndose rumbo al uso de software privativo. Esto está cambiando en algunas regiones de España, donde las escuelas han migrado a software libre.


Le parecerá una buena noticia.


Espero que otras regiones sigan su ejemplo ahora que se sabe que no es tan difícil, que sólo hace falta voluntad. Los colegios no deben enseñar a sus alumnos a ser dependientes de una empresa. ¡Es como inyectarles drogas adictivas! Por eso hablamos del departamento de «ser-vicio» educativo de Apple y Microsoft, que ofrecen copias casi gratuitas a las escuelas para generar la dependencia. O sea, te dan la primera dosis gratis porque saben que empezarás a pagar cuando seas adicto.


¿Es optimista respecto al futuro del software libre?


No soy optimista por naturaleza, pero sé que dejar de luchar te asegura la derrota. ¿El futuro? Yo no sé verlo. Depende de ustedes.


Vía | uoc.edu

4 comentarios:

  1. Excelente entrevista, y muy interesante. Pero, es fácil hablar así cuando se es un gurú. A mí, que soy un simple usuario, no me ha convencido. Supongo que para mí, un software libre no implica necesaria e inmediatamente libertad. No si resulta que no me soluciona mis necesidades, o si tengo que gastar mucho tiempo en poder configurar o aprender ese software (y a lo peor para no conseguir lo que quería). Y con respecto al dinero, sólo es dinero, vale menos que mi tiempo. De todos modos, espero que un día el software libre sea una alternativa real en todos los campos (o al menos en la mayoría). En la navegación web ya lo es. Seguiremos esperando buenas noticias, y no sólo buenas palabras.

    ResponderEliminar
  2. El software libre es a la libertad lo que la democracia es a la libertad.
    Puedes preferir software privativo porque "resuelve mejor" tu papelta, al igual que puedes preferir vivir bajo un sistema dictatorial porque puedas tener una circunstancia que te permita vivir "mejor que los demás" en dicho sistema dictatorial.
    Sobre gustos y situaciones personales no hay nada escrito.

    ResponderEliminar
  3. Tal vez en tu caso se pueda comparar el software libre a la democracia, pero en mis circunstancias, esa afirmación es, como poco, exagerada. No me sirve de mucho un sistema operativo como GNU/Linux, cuando como bien dices, no me "resuelve la papeleta". ¿Es mejor que sea libre? Sí. ¿Me sirve? No. Entonces, ¿para qué lo quiero? En mi caso... (la verdad es q no tengo ni respuesta).

    No digo que Linux no sirva, digo que no me sirve a mí, y en mi opinión, no sirve para la mayoría de los usuarios (hoy en día). Pero desde luego habrá casos en que sí sirva. Y en esos casos, podrán comparar usar GNU/Linux con tener democracia (aun así, me parece menospreciar a la democracia).

    De todos modos, como he dicho más de una vez, espero y confío en que la cosa cambie y un día GNU/Linux sí sea válido para la mayoría.

    ResponderEliminar
  4. La comparación del software libre con la democracia no es una comparación personal que me pueda servir a mi o a ti.
    Lo diré de otra forma:
    El software libre es a la creación y el uso de software lo que la democracia es a los sistemas políticos.

    Que linux no te sirve a ti, no lo pongo en duda, pero que linux no le sirve a la mayoría de los usuarios es una afirmación muy poco dichosa. ¿A que llamas servir? Deberias recapaciar sobre tu propia frase cuando hablas del ipod y aplicarlo al software privativo y a las políticas dictatoriales.
    Tu frase:
    "Para la gente que quiere todo fácil está muy bien, porque pulsas en sincronizar y listo, pero yo prefiero tener control."

    Por otro lado, el software libre es mucho mas que GNU/Linux.

    ResponderEliminar

No te cortes en escribir comentarios, pero manten las formas.