miércoles, 15 de octubre de 2008

Entrevista al presidente de Linux Internacional

Jon Maddog (presidente de Linux Internacional)
Entrevista realizada por 20minutos

¿Qué es Linux Internacional y cuáles son sus principales objetivos para los próximos años?

Linux Internacional nace en 1994 con el objetivo de ser una organización de fabricantes. En los primeros años de Linux éramos un instrumento que ayudaba a comenzar a instituciones como el Grupo de Estándares Abiertos (ahora llamado Fundación Linux), el Instituto Profesional de Linux (que otorga certificados para ser administrador de sistemas) o el Linux Mark Institute (que protege la marca de Linux). También ayuda a las compañías a descubrir como hacer y ahorrar dinero con el software libre. Consideramos que ahora estos asuntos están bajo control y estamos centrando nuestra atención en hacer entender a la gente qué es el software libre y como se utiliza.

¿Cuándo empezó usted a utilizar software libre?

Comencé con Linux en 1994, cuando conoció a Linus Torvalds y vi el sistema por primera vez. En todo caso, empecé a utilizar software libre en 1969 cuando estudiaba en la universidad. Los programas de aquellos días eran muy caros, aunque también podías escribirlos tu mismo. Después, lo normal era regalarlo para que otra gente pudiera utilizarlo o mejorarlo. Había bibliotecas y tablones de anuncios llenos de software libre, aunque no lo llamábamos así, sino software.

Linux se ha hecho fuerte en los servidores de muchas empresas, pero sigue sin despegar del todo en los ordenadores personales. ¿Qué necesita para llegar a una audiencia más amplia?

Existe cierta inercia en el mundo que también ha afectado a Linux. Éste ha sido impulsado recientemente por la aparición de portátiles de bajo coste y basados en memorias sólidas, como el Asus Eee, con los que la gente se ha dado cuenta de que puede conseguir un paquete completo de programas y el sistema operativo por miles de dólares menos que si hubieran comprado productos Microsoft. Windows Vista también ha ayudado a Linux. Es tan malo, hay tantas cosas equivocadas en él, que cuando Microsoft le dice a la gente que tienen que migrar desde XP todos piensan que es hora de pasarse a Linux.

La incorporación de interfaces que simplifican el uso del Linux, la incorporación de sistema de ventanas y la ocultación del código, ¿puede matar su esencia? ¿Puede la simplificación hacer que se parezca más a Windows, que herede sus problemas?

No, la mayor parte de las buenas aplicaciones para Linux tienen dos capas. Por una parte un interfaz gráfico y por otro un interfaz basado en línea de comandos. Esto permite a la gente controlar sus aplicaciones, no sólo mediante el ratón y las ventanas, sino también a través de código y línea de comando. Cuanto más se implica la gente en Linux más reconoce los beneficios de esta estructura y tienden a escribir sus programas de esta manera.

Software libre contra software propietario, ¿por qué recomendaría a la gente utilizar el primero de ellos?

Es una cuestión de control. Con el software libre puedes controlar todo lo que pasa, puedes aplicar los parches que necesites o realizar las mejoras que precisen los programas. Y si no tienes las habilidades o el conocimiento necesario para hacerlo, puedes contratar a alguien para realizar ese trabajo. También puedes adoptar las decisión empresarial de esperar a que alguien realice las mejoras, o de utilizar el software tal y como está. Pero estas son tus decisiones, y no las de una gran empresa. Lo opuesto a la libertad del software es la esclavitud de los programas, y nadie quiere ser un esclavo de su software.

¿Se puede hacer dinero con el software libre?

Si, de manera muy parecida a como se gana dinero con el software propietario. Vendiendo el código en un formato listo para utilizar, enseñando a la gente a utilizarlo, integrando el software en los entornos que la gente ya utiliza, ensamblando sistemas e integrando los programas para que la gente pueda usarlos… Pero también hay un par de cosas que puedes hacer con el software libre que no puedes hacer con el propietario, como realizar modificaciones para que cumpla con las expectativas del usuario, arreglar problemas que impiden al cliente avanzar, o mejorar el software para que sea más rápido o fácil de utilizar.

En la lucha por la seguridad, gobiernos y empresas pueden acabar restringiendo libertades y derechos básicos. En internet, ¿vamos hacia el modelo Gran Hermano, o permanecerá la red como una estructura abierta y libre?

No creo que se pueda legislar la moralidad con tecnología. La moralidad solo puede ser aceptada, y la gente castigada por ella, cuando son pillados rompiendo leyes conocidas y aceptadas. Descargar y utilizar copias de contenidos y software sin licencia está mal. Va contra los deseos del creador del material y viola su derecho a decidir qué pasa con su propiedad intelectual. Por otra parte, los fabricantes han adoptado medidas draconianas para fortalecer sus “derechos”. Por ejemplo, no puedo reproducir un DVD comprado en Reino Unido (región 2) en Estados Unidos (región 1), y a menudo no puedo encontrar el mismo DVD en EE UU. A lo mejor, según la industria de la música y el cine vayan adoptando otros modelos de negocio, cobrando cada vez menos por ver una película por internet, estas medidas vayan desapareciendo, pero no tengo muchas esperanzas. Lo que espero es que los políticos empiecen a entender que estas leyes de propiedad intelectual no siempre defienden bien los derechos, y cuando a quien se supone que deben defender se den cuenta de ello, los políticos que las han estado defendiendo serán los primeros en ser retirados del poder.

Symbian, iPhone, Android, Windows Mobile… Todos los sistemas operativos para móvil luchan por convertirse en la próxima plataforma sobre la que todos desarrollan. ¿Alguno tendrá más posibilidades por ser más abierto?

Lo primero sería definir qué es ‘abierto’. ¿Puedes elegir el sistema que desees para hablar (GSM o VoIP)? ¿En cada uno de ellos puedes escoger la operadora que quieras, o está el sistema bloqueado? ¿Si viajas, puedes utilizar tarjetas SIM locales en cada país que visitas, o estás obligado a usar tu tarjeta original con elevados costes por roaming? ¿Puedes usar las aplicaciones que deseas, instalarlas fácilmente, cambiarlas para que satisfagan tus necesidades? ¿Puedes elegir el sistema operativo de tu teléfono? Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es no, entonces eres un esclavo de tu teléfono, y tu terminal no es enteramente libre. La medida final de la apertura (y es aquí donde todas las compañías fallan), es que como cliente puedas cambiar para decidir sobre las funcionalidades futuras de tu teléfono. Y esto puede negársete si cualquiera de las respuestas a las preguntas anteriores es sí.

Vía | pillateunlinux

Fuente | 20minutos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te cortes en escribir comentarios, pero manten las formas.