Copio y pego algunos párrafos.
"La prensa ha fracasado... y la culpa no ha sido de Internet, ni de la crisis, ni de la cada vez menor cualificación del periodista, ni del mal llamado ‘intrusismo’, ni de la escasez de papel, ni siquiera de su ya evidente sumisión a los dictados de empresas y partidos...
La industria del periodismo de papel es hoy un barco que naufraga sin rumbo, incapaz de recuperar el liderazgo que hasta hace poco ejercía sobre el conjunto de los medios, de mantener sus niveles de influencia y, aún peor, de sostenerse económicamente ni de garantizar la integridad laboral de aquellos que son materia prima y cimiento de su propuesta: los periodistas.
El modelo a seguir estaba claro:
- Tecnología, la indispensable
- Periodistas, los indispensables
- Sueldos periodísticos, lo más ajustados posibles
- Formación y actualización, cero
- Calidad, depende
- Acción comercial, máxima
- Sueldos de los responsables comerciales, por las nubes
- Relevancia de los directos periodísticos y comerciales, a la par, cuando no superior en el segundo caso
- Intromisión comercial en contenidos periodísticos, lo que haga falta
- Los periódicos no se venden por el contenido, sino por las promociones
- El objetivo no es el lector, son las audiencias (nótese la paradoja)
- El periódico es una plataforma donde se incluyen noticias en el lugar que deja libre la publicidad
- De esos espacios que quedan libres, una parte importante se debe dedicar a dar cobertura a anunciantes, accionistas y alianzas económicas o políticas estratégicas para el medio
- De eso se encargará el núcleo duro (periodistas más o menos contrastados, pero siempre afectos)
- El resto lo puede hacer cualquiera
Y no se puede decir que no funcionara. El nuevo ‘boom’ de la prensa trajo consigo una era de vacas gordas que reportó pingües dividendos a las empresas en una fórmula que parecía definitiva. Las nuevas estrategias habían triunfado. El viejo periodismo de calidad había sido superado por el periodismo de consumo. La piedra filosofal.
Sin embargo, muy pocos entre los responsables (no así entre analistas y periodistas sensibilizados) fueron capaces de ver el peligroso cortoplacismo de esa propuesta y cómo la auténtica crisis del sector se iba larvando en el mismo corazón de la euforia:
- El lector comienza a sentirse estafado
- Se descuidan las estrategias de adaptación a la vanguardia tecnológica
- Se descuidan las estrategias de formación y actualización del personal
- Los sueldos siguen a la baja
- Los ajustes de plantilla siguen al alza
- Uso y abuso de los contratos temporales
- Las ganancias obtenidas no se invierten en las redacciones; en su lugar se apuesta por invertir en grandes sedes, sueldos desorbitantes en las altas esferas y otros dispendios de dudosa efectividad
- Irrumpe Internet"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No te cortes en escribir comentarios, pero manten las formas.