lunes, 17 de marzo de 2008

¿Está cerca el final de la supremacía mundial del dólar?

Según algunos expertos, EE.UU. está trabajando junto a Canadá y México, en una nueva moneda, el amero, como respuesta al euro y a otras monedas emergentes

El dólar se deprecia. La economía norteamericana parece tener problemas. Con el crudo que perforó ampliamente los 100 dólares por barril, hay quien se ha preguntado de nuevo, incluida la OPEP, si el papel del dólar como petromoneda no llegó a su ocaso.

En realidad, ya a comienzos de los años 70 hubo problemas análogos con la crisis del dólar, el encarecimiento del crudo y la participación de EEUU en la guerra de Vietnam. Hoy, sin embargo, se está produciendo una transferencia de poder económico sin precedentes.

Y es que lo que se pone en cuestión es el futuro del dólar como petromoneda y su destino como divisa internacional de referencia casi exclusiva y sin alternativas.

En un reciente ensayo, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, escribió que, después de George W. Bush, se necesitará que pase una generación para volver a ajustar los engranajes de la economía americana, dado su mal estado actual.

Y, según otros economistas, dentro de 25 años el dólar será sustituido como moneda líder. Hay quien piensa en el euro, en el yuan chino o en la rupia india, ya que en el futuro China e India podrían convertirse en economías punteras.

En otra época, cuando la economía americana se impuso a la británica, se necesitó medio siglo para que el dólar suplantase a la libra esterlina como moneda de referencia. Hoy en día, el dólar no tiene rival, pero su caída podría ser más rápida de la que en su día tuvo la libra esterlina.

El éxito del euro y la articulación de la economía global en grandes islas regionales han animado la proliferación de programas de cooperación económica y proyectos de unión monetaria en Asia, Latinoamérica, el Golfo Pérsico y África Occidental.

Según otros expertos, EEUU ya estaría preparando, junto a Canadá y México, una nueva moneda, el amero, como respuesta al euro y a otras monedas emergentes.

Los proyectos de monedas regionales difieren en cuanto a su desarrollo actual, sus plazos de implantación y su posible impacto. La unión monetaria del África Occidental está prevista para finales de 2009, aunque su relevancia será limitada.

La que promueven, por su parte, seis de los consejos de cooperación del Golfo -fijada optimistamente para 2010-, podría superar el ámbito meramente regional, incluso en menoscabo de las posibilidades del euro. De hecho, podría convertirse en una moneda paralela en el mundo árabe, tanto más cuando los países del Golfo son los principales inversores en Oriente Medio y el norte de África. Pero podría tener alcance global, dado el papel petrolífero e incluso financiero de dichos países.

Latinoamérica se encuentra sólo al inicio de un recorrido largo y complejo que debería conducirla a una unión política y económica, siguiendo el modelo de la UE, con un banco regional (¿El Banco del Sur?) como alternativa al Banco Mundial y al FMI y, también, con una moneda única.

En Asia, después de la crisis de 1997 y 1998, se puso en marcha una conspicua cooperación monetaria entre los bancos centrales. Hoy, se piensa en crear una unidad de moneda asiática (ACU, análoga al ECU que fue germen del euro) y un Fondo Monetario Asiático, que conduciría a una moneda única, con o sin China, en la que el yen nipón desempeñaría el papel referencial que tuvo, en su momento, el marco alemán en la implantación del euro, según elEconomista.es.

Estos posibles proyectos asiáticos podrían tener efectos rompedores, acelerando el posible declive del dólar. Hay que subrayar, sin embargo, que las economías asiáticas no satisfacen aún los principales requisitos para una unión monetaria según la teoría de las áreas monetarias óptimas, publicada en 1961 por Robert Mundell, Nobel de Economía (1999). Lo mismo sucede con otros programas regionales. A pesar de que el propio Mundell fue uno de los primeros en hablar de la necesidad de una moneda única asiática.

Entre los posibles cambios en el escenario monetario hay que considerar el papel del rublo (sostenido por el peso energético y las ambiciones de potencia de Rusia) y también al yuan chino. Como ya dijo el economista Peter B. Kenen, el yuan será una de las principales monedas mundiales, junto al dólar, el euro y el yen, aunque no se convierta en divisa internacional.

Mientras tanto, hay que ver si el futuro papel de China favorecerá u obstaculizará la cooperación y la eventual unión monetaria asiática.




Fuente íntegra: infobaeprofesional.com

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