domingo, 16 de marzo de 2008

La ciencia libera; la ignorancia ata

El director del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV (Agustín Sánchez Lavega) lamenta el desinterés público por la investigación «en una sociedad que hace un uso continuo de la ciencia y la tecnología»


Entrevista a Sánchez Lavega realizada el 3 de marzo de 2008 en Punto Radio por la directora de 'Protagonistas', Almudena Cacho, el periodista de Informativos Javier San Martín y el redactor de EL CORREO Luis Alfonso Gámez.


P.R.: Hasta ahora, no se ha hablado de ciencia en la campaña electoral.

S.L.: No, y creo que debería ser uno de los puntos fuertes porque todo el mundo sabe que las sociedades avanzadas dependen de la ciencia. Nuestro país ha avanzado mucho en investigación en los últimos años. Desde que murió Franco en 1975, se ha pasado de invertir el 0,4% del PIB en I+D a destinar el 1,1%. Pero todavía estamos muy lejos de la media de la UE, el 1,8%. En su último número, 'Nature' dedica una editorial a la ciencia española y dice que, si el PSOE sigue en el poder, se llegará en el 2012 al 2% del PIB, lo que estaría por encima de la media europea.

P.R.: ¿Estará 'Nature' haciendo campaña para el PSOE?

S.L.: Je, je, je... Quizás, quizás. Pero el dato está ahí.

P.R.: En EE UU, los candidatos presidenciales hablan de ciencia y los investigadores están pidiendo ahora un debate público sobre ciencia entre los aspirantes a la Casa Blanca. ¿Por qué ustedes no hacen en España lo propio?

S.L.: Los científicos pecamos de no saber comunicar lo que hacemos y, por eso, no conseguimos que la ciencia entre en los programas electorales con peso. Tendemos a quedarnos en el laboratorio y, con tal de seguir investigando, recibir las subvenciones...

P.R.: Pero, si el ciudadano no entiende la trascendencia de la ciencia para su bienestar, ¿ese dinero no podría acabar dedicándose a otra cosa?

S.L.: Sí. Existe ese riesgo. Más de una vez he oído comentar que quizá no haga falta dar tanto dinero para, sobre todo, investigación básica, ésa cuyos resultados no se ven rápidamente. Nuestro referente tiene que ser la UE: España no puede quedarse debajo del 2% de inversión en I+D.

P.R.: Después de que 2007 fuera el Año de la Ciencia, ¿hemos vuelto a la situación de 2006 o ha habido un cambio para mejor?

S.L.: Es posible que haya habido nuevas vocaciones. Algo habrá quedado y será mejor que nada, aunque seguramente insuficiente.

P.R.: ¿Cómo se explica que el Gran Bilbao, que debe tanto a la ciencia y tecnología, carezca de un centro de divulgación científica?

S.L.: No lo entiendo. Ha habido intentos y he participado en algunos, pero normalmente las cosas han ido por otro camino. Cuando se hizo la gran inversión del Guggenheim, los proyectos de un museo de la ciencia en Bilbao se diluyeron. Hay que tener en cuenta, además, que a los que hacemos ciencia a diario nos cuesta mucho sacar tiempo para la divulgación.

P.R.: Habrá personas que se pregunten para qué les sirve la investigación del Cosmos cuando lo que necesitan es dinero para cuidar a su madre enferma en casa.

S.L.: Nuestra sociedad hace un uso continuo de la ciencia y la tecnología. Seguramente quien piensa así está utilizando el móvil, el GPS... Son muestras de la ciencia aplicada, en cuyo origen está la ciencia básica. Voy a poner un ejemplo. Cuando se descubrió el láser, se pensó que era una curiosidad científica. Hoy en día, se emplea en cirugía, en el estudio de materiales... La ciencia básica siempre acaba derivando en aplicaciones. Además, la ciencia es conocimiento, nos aleja de los dogmas religiosos, que hasta hace muy poco eran la interpretación del mundo. Yo, con 16 años, seguía pensando que Adán y Eva habían existido.

P.R.: Recientemente, la UPV destacaba que por cada euro invertido en ciencia, la Universidad devuelve a la sociedad 2,4.

S.L.: Es un buen ejemplo. Sería muy difícil vivir sin el progreso científico de los últimos años. Creo que todos sabemos que no podemos prescindir de las mejoras tecnológicas de que disfrutamos en casa, en el coche... No sabemos cómo funciona la televisión o un frigorífico, pero la ciencia está ahí.

P.R.: ¿Qué pasaría si durante un día la ciencia y sus frutos desaparecieran, si viviéramos un día sin ciencia?

S.L.: No hay más que retroceder 500 años, a tiempos anteriores a Galileo, cuando no estaba desarrollado el método científico, y ver el oscurantismo en el que se movían las sociedades medievales europeas. Se creía que todo había ocurrido como se dice en la Biblia. La ciencia avanza y aplasta los dogmas. El conocimiento que la ciencia aporta libera al ser humano de muchas ataduras. La ciencia, el conocimiento, libera; la ignorancia ata.

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